Altos cargos de la UE han viajado a Washington con la esperanza de sellar acuerdos con Estados Unidos para poner fin a los aranceles de la era Trump y mitigar el impacto de las subvenciones verdes estadounidenses, aunque las conversaciones parecen abocadas al fracaso.
El presidente estadounidense, Joe Biden, recibirá el viernes a la jefa de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y al presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, para mostrar unidad hacia Ucrania, pero con molestias en el ámbito comercial que agrian los lazos.
Estados Unidos ha suspendido los aranceles a la importación de acero y aluminio de la UE impuestos por el expresidente estadounidense Donald Trump en 2018, pero con la condición de que ambas partes acuerden antes de finales de este mes medidas para abordar el exceso de capacidad en economías que no son de mercado, como China, y promover un acero más ecológico.
Los socios transatlánticos tienen dificultades, ya que Washington quiere que la UE aplique los aranceles al metal a las importaciones procedentes de China y Bruselas responde que no puede hacerlo antes de una investigación de un año para cumplir las normas de la Organización Mundial del Comercio.
Bernd Lange, presidente de la comisión de Comercio del Parlamento Europeo, que podría tener que aprobar un acuerdo, dijo que las posibles medidas para atajar el exceso de capacidad deberían “basarse en investigaciones objetivas y no en consideraciones políticas”.
Aún está por ver si esto pondrá fin a la amenaza de aranceles por parte de Estados Unidos o simplemente se prolongará la suspensión.
En cuanto al acero sostenible, las dos partes intentan conciliar el sistema arancelario fronterizo de la UE sobre el carbono con el planteamiento estadounidense hasta ahora de promover una ecologización de su economía mediante subvenciones.
Estados Unidos ha propuesto formar un club del acero ecológico, en gran medida libre de aranceles, que también estaría abierto a otros aliados, pero con normas sobre las empresas estatales que harían imposible la adhesión de China.
Un responsable de la UE dijo que las conversaciones eran “fluidas”. Otro las calificó de “duras”.
La Unión Europea también espera que la cumbre del viernes desemboque en un acuerdo para reducir el impacto de la Ley de Reducción de la Inflación de Estados Unidos, que ofrece a los consumidores exenciones fiscales para comprar vehículos eléctricos ensamblados en América del Norte.
Ambas partes están negociando un acuerdo que permitiría que los vehículos eléctricos con materiales esenciales procedentes de la UE —cobalto, grafito, litio, manganeso y níquel— se beneficien de exenciones fiscales parciales. Dado que la UE necesita estos materiales para su transición ecológica, las repercusiones positivas para el bloque pueden ser limitadas.
FUENTE: INVESTING